Xantofobia: miedo al color amarillo
La Xantofobia es una fobia específica dentro de las cromatofobias que está incluida en los trastornos de ansiedad (DSM V). Provoca un miedo irracional en el individuo, que al ver, pensar o hablar del color amarillo éste reacciona con los síntomas típicos de la ansiedad, como taquicardia, sudoración fría, falta de aire, tensión, presión en el pecho, mareo, sensación de peligro, reacción de huida/ataque, etc.
El individuo que padece Xantofobia intenta evitar, o incluso a
veces se enfrenta agresivamente, a todas las cosas que tengan el color
amarillo.
Desde las antiguas culturas (Egipto, China, Grecia, Roma) el
color amarillo ha estado relacionado con la riqueza, la lealtad, la creatividad,
la sabiduría y ha representado el Sol como fuente de energía.
Físicamente el color amarillo es la radiación
electromagnética visible por el ojo humano con una longitud de onda que va de
570 a 590 nm. El significado que le damos no depende de su longitud de onda,
sino por la percepción, procesamiento cognitivo y el significado que le da la
sociedad en que vivimos.
En 1673 ocurrió un hecho que para algunas personas supersticiosas
cambió el significado del color amarillo. Ese año murió Molière (Jean-Baptiste
Poquelin) durante la representación de “El enfermo imaginario” donde iba vestido
totalmente de amarillo. Por ese motivo, aún hoy hay gente que el color amarillo
lo relacionan con la mala suerte, generándoles miedo e incluso reacciones
fóbicas importantes.
El tratamiento más eficaz de la Xantofobia suele ser, en
primera opción, el mismo que para el resto de los trastornos de ansiedad
fóbico. La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) se ha demostrado, por su base
científica y por los resultados clínicos probados, la mejor opción.
De manera
muy resumida consiste en la exposición progresiva, controlada y supervisada por
un psicólogo clínico, al estímulo fóbico (el color amarillo). En primera fase,
en una escala progresiva se hace en imaginación y en segunda fase, también en
una escala progresiva, se hace en presencia del estímulo fóbico real. En este
proceso el psicólogo irá evaluando el nivel de ansiedad y las cogniciones que
genera el individuo y que le provocan malestar, para ir reduciendo
progresivamente su ansiedad ante la presencia del color amarillo. Este
tratamiento suele complementarse habitualmente con relajación (Jacobson,
Shultz, etc.).
La duración del tratamiento varía según los pacientes, pero
en seis u ocho semanas la reducción del nivel de ansiedad ante el color
amarillo se reduce entre el 60% y el 100 %.
Fuente: diversas fuentes bibliográficas contrastadas.
Texto original de: Josep
Ros
Ingeniero Industrial y lic. en Psicología
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